El arte es, sin duda, también “comunicación”. Pero la comunicación para el arte, no es una evidencia: es un problema. Como dijo alguien, es el problema mismo de la rebelión de lo concreto contra las falsas abstracciones del Poder.
Eduardo Grüner
La derrota es comprendida generalmente en tanto pérdida…no obstante, también es el trayecto calculado y seguido por una embarcación. Esta ambigüedad consolida el discurso de Cuarto de derrota, exposición personal de Aluan Argüelles. Curada por quien suscribe, la muestra calca el nombre de la habitación donde se traza el recorrido de un barco, utilizando las publicaciones para la navegación marítima —una suerte de guías— elaboradas por las autoridades pertinentes.
El tópico abordado por el artista es la emigración ilegal en Cuba, este emotivo fenómeno —con héroes astutos y villanos poderosos— genera titulares luego del deshielo entre EEUU y la isla; circunstancias influyentes en los móviles de la propuesta. Es pertinente acotar que Argüelles ha recurrido a la materia citada en trabajos anteriores, aspecto propiciador de la madurez con la que avista zonas fértiles en un campo trillado sobremanera. El comisariado deviene un marcador que subraya el suspense propio del éxodo antedicho; postulado que desgaja la selección resultante dentro del work in progress Náutica (2015). Por ende, los espectadores presenciamos la enigmática trama de un caso no resuelto.
Materializar el proyecto —desde el 15 de octubre al 9 de noviembre de 2015— en la galería Espacio Abierto de la revista Revolución y Cultura (sito en calle 4 entre 11 y Línea, Vedado) aporta argumentos en el relato procurado. El año fiscal 2015 culminó al comienzo del mes en que fue inaugurada la exhibición, entonces la premiere opera como una especie de informe de cierre de periodo.
Once de las doce obras emplazadas en el White cube se conciben como ensayos fotográficos, titulados con los números desde el No.0001 hasta el No.0011. Tres de estos ensayos son complementados con post-it en blanco y otros dos con la fotocopia de datos migratorios (algunos fragmentos están señalados). Las tomas fueron realizadas en sitios costeros donde ocurrieron salidas ilícitas: El entorno es captado enfocando posibles evidencias de lo estudiado: Los encuadres revelan calzados, cámara de neumático, papel manuscrito, botellas de agua y prendas de vestir; pero todos estos residuos de actividad humana no constituyen pruebas irrefutables de las anécdotas revisadas. También es parte de la incertidumbre que el espectador no pueda cotejar la pesquisa del exponente, quien enfatiza en la veracidad de su metodología. O sea, aun tratándose de Cojímar, Santa Cruz del Norte o Playa Baracoa, no es posible identificarlo en las instantáneas. Sin embargo, esa aparente frustración sedimenta el acierto de estas piezas, que trascienden su condición de registro y devienen palabras claves para una búsqueda. Con ello el autor referencia otras variantes de navegación tanto como la marítima.
El verbo indagar y sus sinónimos son protagonistas en la concepción de Cuarto de derrota; más allá de la importancia de estos infinitivos en cualquier tesis, aquí se visualizan alegóricamente y sobre todo en Trazas. Esta última es la instalación que completa la museografía, cubriendo una de las amplias paredes del espacio con documentos pegados (testimonios, reportajes de internet, mapas y estadísticas) los mismos conservan señalizaciones manuscritas hechas durante el proceso investigativo. Además de ese material que contiene información a partir de los años noventa hasta la fecha, se insertaron post-it sin notas que dialogan —al igual que en las otras tres piezas— acerca del recuerdo redimensionado por el vacío, pensado desde de la complementación dialéctica de las perspectivas orientales y occidentales. Esos papelitos autoadhesivos desprovistos de textos se enuncian a modo de “sin comentario”, así bien distinguido por las comillas —que establecen la negación semántica— ya popular hasta en nuestras jergas más ordinarias.
No es secreto que nuestro cuerpo social tiene muchas llagas, pero sin duda la emigración ilegal es una muy profunda del día a día en no pocos países. Argüelles es consciente y lo manifiesta aludiendo a la recolección de objetos realizada por el antropólogo Jason De León en la frontera de México y Estados Unidos. El vínculo a De León —entre varios profesionales que han afrontado el tema— trasciende la ejemplificación global del padecimiento y sugiere los posibles caminos de Náutica, dirigidos a explorar la ruta de los cubanos que viajan hacia América Latina con la finalidad oculta de llegar a suelo estadounidense. Igual es la pretensión de hoy que en el mañana puede no tenga sentido ¡Bienaventurados sean esos tiempos sin las tensiones que dieron lugar a este cifrado sondeo!