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Parlamento de fotógrafas

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Tres creadoras con diferentes maneras de asumir realidad e imaginarios, fueron las invitadas al Panel Fotógrafas Cubanas Contemporáneas, celebrado durante las jornadas del Coloquio Noviembre Fotográfico en la Fototeca de Cuba. Lissette Solórzano, Leysis Quesada y Marta María Pérez, artistas de amplia experiencia y asentada obra, estuvieron entre las convidadas. Solórzano obtuvo el Gran Premio Lorenzo el Magnífico en la última edición de la Bienal de Florencia, Leysis Quesada participó con gran repercusión en la muestra Cuba is (Annenberg Space for Photography, Los Ángeles) y la consagrada Marta María Pérez vuelve a las galerías de La Habana con su exposición Peticiones.[*]

Ideado y conducido por la investigadora y crítica de arte Grethel Morell, el tema central del Panel giró sobre la recepción e internacionalización de la obra de estas mujeres, que la mayor parte producen desde Cuba, en el circuito del arte continental y europeo. Se dialogó sobre las experiencias más recientes de estas fotógrafas y su inserción en un mercado de arte real; así como la visión que se tiene de la obra y las creadoras cubanas desde centros hegemónicos de cultura visual. Morell abrió el debate con una ronda de preguntas orientadas a estas temáticas y lanzó otras más puntuales sobre apreciaciones de género. Compartimos con los lectores un resumen de este encuentro.

Grethel Morell: Hablemos sobre la internacionalización y recepción de sus obras; lugar y demanda de la fotografía cubana en el circuito del arte internacional, según la experiencia de cada una. ¿Hay esperanzas o no para las creadoras cubanas en esos espacios?

Leysis Quesada: Yo pienso que sí. Para mí ha sido más la acogida internacional que la nacional. He tenido más suerte en cuanto a las exposiciones, a la atención de la prensa internacional que a la cubana. Hace 17 años que hago fotografía. Mi trabajo tiene que ver con mi vida diaria y personal. Mi primera obra fue sobre mi pueblo natal en Matanzas y trabajo mucho con personas allegadas, como mis niñas. Ahora mismo hay gran interés en mostrar no solo a las mujeres creadoras si no a la fotografía cubana en general.

En estos últimos años la acogida ha sido como un boom. En la reciente exposición en Los Ángeles, que tuve la oportunidad de ir, se promovió mucho la obra de los fotógrafos que están aquí. Más que la de los norteamericanos. Igual he expuesto en otros países, como Noruega, y siempre siento que la acogida es muy buena.

Lissette Solórzano: El circuito europeo es muy difícil, no porque no le den valor al arte cubano en general, sí saben que tiene un valor extraordinario y muchos quisieran llegar a coleccionar y mostrar las obras; pero hay un detalle: el circuito europeo es muy caro. Las galerías se mueven en base a presupuestos y son los mismos artistas los que tienen que ponerlo. Por ejemplo, yo llego a la Bienal de Florencia por un comité organizador internacional que me selecciona, pero, para yo poder estar tuve que usar la galería con la que trabajo, que no es cubana. Desde Cuba es muy difícil. Puedes involucrarte en el circuito europeo, pero necesitas presupuesto para concretarlo. No pasa así en el circuito de Latinoamérica o el de Estados Unidos.

El circuito de Europa está muy ceñido a ellos mismos y fue muy interesante lo que en particular me sucedió en esta Bienal. Era la única cubana que estaba exponiendo: la única representación de mi país, una artista que vive y trabaja en Cuba. La combinación de esas tres partes. Fue como un boom. Les alegraba que se expusiera el arte cubano. Para mi sorpresa, obtengo el Gran Premio en la categoría de fotografía, en una Bienal tan competitiva como ésta. Eso a su vez abre caminos dentro del propio circuito europeo.

Cierto es que se han hecho exposiciones, en museos, en galerías, pero son realmente muy pocas. Es una pena, porque el europeo consume arte.

Grethel Morell: Volvemos sobre un tema repetido: cuando se habla de estadísticas, siempre se refiere la poca existencia de creadoras visuales. Es reiterada la expresión de que hay pocas fotógrafas en Cuba. De afirmarlo, ¿creen que este desnivel se debe a la falta de oportunidades, al desinterés por acometer proyectos desde lo individual, o a un problema de determinación y circunstancias?

Leysis Quesada: Pienso que ser fotógrafa es duro. Cuando tienes niñas, cuando tienes que atender casa, se te hace todo más difícil. Solamente es querer. Cuando se quiere se puede.

En la fotografía documental es más complejo. Me fascina esta fotografía, pero no hago documental totalmente, hago creaciones artísticas también. Aquí hay un problema con el término documental. Hay varias fotógrafas que están saliendo de las escuelas de arte, como de la de la Universidad de las Artes (ISA) y veo que estudian y trabajan más la fotografía conceptual.

Lissette Solórzano: Si miramos desde los comienzos de la fotografía cubana, es real que somos pocas mujeres en la historia, casi se pueden contar con los dedos de una mano. Marta María es un ejemplo de esas fotógrafas cubanas que comienzan a hacer una obra conceptual diferente y que se adentra en ese llamado grupo de ¨nuevos fotógrafos cubanos¨. Si ves la obra de los años 60, la nombrada fotografía documental de la ¨épica revolucionaria¨, no vas a encontrar ahí fotógrafas. A finales de los años 70 empieza Marucha, también sigue Kattia García en los 80. Estaban Isabel Sierra, Gilda Pérez la esposa de Grandal… y algunas fotógrafas que hacían prensa, pero que no las tomaban en cuenta y sin embargo estaban haciendo una obra muy interesante.

Algo importante dice Leysis, nosotras tenemos que hacer de todo: atender casa, hijos… y además hacer arte. Es bien difícil, pero lo hacemos.

Pienso que en los 80 sí se miraba bastante el hecho de una mujer fotógrafa / un hombre fotógrafo, y se prefería más al fotógrafo porque se podía ir con él a cualquier lado y hacer más cosas, estaba más asequible. La mujer no, porque ¨tiene muchos problemas¨. Esos eran aspectos que se medían.

Hoy en día está sucediendo algo muy lindo, que empezó realmente a mediados de los 90, es que el arte en general se está mezclando mucho. Se ve en las Bienales. Artistas de la plástica, mujeres, hombres, están usando más como medio de expresión la fotografía. Hay un desbordamiento de esta manifestación, sobre todo en Cuba. Ahora sí hay más mujeres.

Leysis Quesada: También se debe a que no tenemos escuela de fotografía. Ahora están las academias privadas, pero no se estudia como una carrera. Eso puede ser parte del problema. Muchos de los fotógrafos y las fotógrafas de hoy son autodidactas, existen porque quieren crear, buscan información, entonces se hacen por sí mismos.

Lissette Solórzano: Yo vengo de escuela de arte y de diseño industrial, sin embargo, fui muy atrevida. Me metía en los laboratorios, quería ver lo que estaba pasando. Hasta que empiezo a trabajar de a lleno el laboratorio, el conocido como analógico. Es verdad que no había muchas mujeres que quisieran meterse en esto de estar horas y horas en un espacio oscuro creando, imprimiendo, trabajando.

Leysis Quesada: Yo no empiezo con escuela cubana, aprendí con escuela norteamericana: talleres que se impartían en la Fototeca, donde participaban fotógrafos de Magnum, de National Geographic. Fue bueno para mí que mi primera visión de la fotografía fuera con ellos.

Lissette Solórzano: Que no estaban midiendo si eras fotógrafo hombre o mujer. Para ellos la fotografía es una sola, como debe ser para todos nosotros: sin género.

Grethel Morell: Pero hay un punto que ustedes tocan que sí determina aún, lamentablemente. Pasa mucho con las fotorreporteras o las fotógrafas que trabajan para la prensa, agencias que prefieren encargarles labor a los hombres. Por el trabajo que implica cargar las cámaras, los lentes, el equipamiento todo, a deshora, de madrugada, con niños en casa, ya limita que se demande más de una fotógrafa que de un fotógrafo.

Leysis Quesada: Por eso yo trabajo para mí, no para ninguna agencia. Trabajo para crear. Soy de las que espero que mi obra guste algún día y así ha sido. Es un reto a diario.

Lissette Solórzano: Tuve la posibilidad de trabajar con prensa, colaboré como freelance. Fue bueno porque tuve la suerte que los fotógrafos mismos me acogieron, pero sí fue bien complejo.

Grethel Morell: Arduo pero posible. Otra pregunta, también usual: ¿se puede definir diferencias entre fotografías hechas por mujeres y las realizadas por hombres? ¿Son realmente identificables las divergencias? Existen expresiones como: las mujeres son mejores para hacer ensayos donde hay mayor sensibilidad o para temas más humanos.

 Leysis Quesada: Creo que no. A veces hay cosas que pueden interesarle más a una mujer. Por ejemplo, en mi caso hay temas que puedo preferir, trabajo mucho con los niños y las niñas. Pero cuando haces una obra documental, no se ve la diferencia si es de un hombre o de una mujer.

Lissette Solórzano: El que hace la diferencia es el que piensa que eso puede existir. Las preguntas y los cuestionamientos son los que condicionan. Aquí hay un fotógrafo que me encanta lo que hace, Arien Chang. Él trabaja el explote de los colores, como en sus recientes obras. ¿Se pudiera decir que esas explosiones de rojo, de rosa, de verde… están hechos por una mujer? No, es que es un fotógrafo sensible. Como mismo las mujeres somos sensibles a la hora de hacer fotografías. No pienso que sea un problema de género. Ni en la música, ni en el teatro… en todas las artes, la condicionante del género no debería existir.

Leysis Quesada: Hay temas que sí se nos hacen más fáciles como mujer, para llagar a ellos. Para mi quizás el de las monjas, como el que estoy trabajando. ¡Pero cuántos hombres no lo han hecho!

Lissette Solórzano: Alfredo Sarabia y su serie sobre las monjas, por ejemplo. Como también trabajó los niños. Era un fotógrafo con sensibilidad. Cuando sientes que a través del lente se puede crear, no importa quién está detrás. Si todos pensaran así, numerosas mujeres no quedaran fuera.

[*] Galería La Acacia. Por imprevistos en el proceso de montaje de esta exhibición, la artista invitada Marta María Pérez no pudo estar presente en el Panel, aunque se habló sobre su obra y proyecto.


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