Existe en tu obra una sutil sugerencia sobre la memoria colectiva, la permanencia, la ambigüedad del objeto dependiendo de sus circunstancias, el mismo objeto que representa modos de vida y comportamientos. Sustraes elementos (tangibles e intangibles) que conforman la identidad[1] cubana y los articulas en el espacio con un discurso personal, pero de impacto colectivo. ¿Cómo describes el proceso en que comienzas a concebir un proyecto, desde el inicio hasta el final?
Todo se organiza en relación al ‘sentido común de las cosas’. Mis obras no demandan de un público avisado en arte, el mismo sólo ha de ser sensible y estar dispuesto. Para responder con cabalidad a estas premisas el proceso de realización de la obra va seleccionando el medio, el contexto, la escala y los materiales de forma tal que la visión que la inspira se encarna en un resultado que ha sido diseñado en función de la comunicación y si es posible el diálogo con el otro. Siempre he creído que si una idea se vuelve ‘conversación’ estamos en la presencia de algo que es ya innegable (citando a Jorge Luis Borges): “innegable como las piedras y los árboles”.
Como parte de los recursos[2] materiales que utilizas para crear las piezas predomina la madera, la cual me atrevo a mencionar que dominas a la perfección. ¿Posees algún motivo en específico por el que seleccionas reiteradamente dicho material?
La madera es un material noble. A través del tiempo ha acompañado al ser humano y ha permitido con su insistencia sostenible y su versatilidad que el mismo vaya descubriendo su potencial y expresando la visión que le da forma y lo inspira. Fue la madera quien asistió el paso a la edad del bronce y ha estado con nosotros desde los inicios de la revolución industrial hasta nuestros días. Es también la madera la que nos acompaña en el hogar, en los contextos más íntimos. Esa condición entrañable, cotidiana, orgánica, casi íntima me ayuda a confirmar el tono que siempre le he querido a la obra que hago. Una obra que, aunque a veces torna la mirada al drama de la vida lo hace desde una ternura y el deseo fundamental de conseguir un pacto.
Tu obra adquiere, en algunos proyectos, un carácter multifuncional e interdisciplinario. Puede implementarse / exponerse lo mismo en espacios cerrados que en espacios abiertos o públicos como plazas, parques, paseos y avenidas; y en su ejecución vinculas aspectos relacionados a la ciencia como la mecánica, la matemática, la física. El proyecto Lugares de encuentro ejemplifica la anterior afirmación. ¿Cómo relacionas aspectos artísticos y científicos en la búsqueda y establecimiento de un espacio para la comunicación entre los individuos?
Una obra interesada en visitar y activar los contextos extra artísticos es una obra que siempre ha de estar abierta a otros saberes. Cuando se quiere construir un Aula al Aire Libre hay que abrir puertas a disciplinas otras tales como la arquitectura, la ingeniería y el conocimiento de la industria de los materiales de construcción. Yo voy siguiendo ‘la visión’ y si la misma va demandando de un conocimiento que no poseo para completarse, no me queda otra cosa más que lanzar la invitación a sumarse a los amigos y las personas con el conocimiento necesario. Así es como aspectos artísticos quedan relacionados con otros extra-artísticos. Todos en función de una obra como espacio de comunicación y diálogo entre la gente.
Tu carrera profesional se inserta dentro de un conjunto de plataformas que promueven el desarrollo del arte contemporáneo, tales como ferias, bienales, concursos, entre otros. ¿Qué importancia le atribuyes a estos eventos para la circulación / promoción de la obra de un artista?
“Existir es ser percibido”. Esto le escuché decir muchas veces de mi querido amigo y siempre profesor René Francisco. Todo canal de promoción y divulgación que se ofrezca o esté al alcance ha de ser canal explorado. La vida sigue siendo una sorpresa y nunca sabemos dónde saltará la liebre. Es por ello hay que colaborar con todo lo que de alguna forma haya logrado probar que es correcto y que para ser no hace abuso irresponsable del poder en otros. Si vemos que esta premisa queda garantizada entonces hay que hacer como decía nuestro José Martí: “Ser arte entre las artes y en los montes, montes ser.”
Recientemente se inauguró la exhibición Cotidiana, en Galerie Ron Mandos, Ámsterdam. ¿Cuándo y cómo surge la idea de realizar esta muestra? ¿Por qué el título Cotidiana?
La palabra ‘cotidiana’ habla de algo que insiste en el tiempo, algo que deviene ritual que nos acompaña a diario. Pero no se trata de algo rutinario y por mucho no tiene que ser algo repetitivo o aburrido. Hay algo hogareño e íntimo en esa palabra y también fundamental y poderoso que siempre me ha atraído. Ahora bien, ese tono casi tierno es el mejor mediador para hablar de cosas irresueltas que insisten, de cosas que no están aquí para hacer un bien y que han de ser cambiadas desde el conocimiento y el convencimiento de aquellos que las viven y las padecen. Por ejemplo, la ausencia de balance entre los intereses colectivos y los intereses individuales, presente en la serie de obras Balance Cubano o la noción de inequidad en nuestras sociedades, presente en la vídeo instalación A la cabeza de la mesa se sienta la gente, forman parte del drama que trata de ilustrar esta exposición; donde estos y otros temas de las sociedades actuales se abordan con obras resueltas fundamentalmente en madera y que se proponen en conjunto recrear el ámbito de un hogar, de ese contexto íntimo que está aquí para recordarnos cuan cerca están de nosotros todos estos temas pendientes de revisión, de solución o mejora.
[1] No solamente la identidad cubana sino también la de otros sitios.
[2] Utiliza recursos variados tales como la madera, el vidrio, la cerámica, el plástico y todo aquello que le resulte útil en la composición de la obra.