En esta edición, Pinta Miami / Croosing cultures, 2017, demuestra que continúa posesionándose como la feria más representativa de Miami como ciudad epicentro del arte latinoamericano en diálogo con el arte de toda América. Continúan su labor de garantizar una difusión de alta calidad del arte hispanoamericano latinoamericano con la intención de traspasar y entrecruzar el arte latino y americano.
Dentro del recorrido, se advierte la presencia de la propuesta estética del artista cubano Ernesto J. Fernández, quien bajo el título En Dior confiamos había presentado en su exposición personal – realizada recientemente en la galería Artium, radicada en Wyndwood, Miami – donde el autor ha demostrado, una vez más, su conocimiento, destreza y habilidades artísticas con el lente y su interrelación con otras formas de presentación de la fotografía.
En el stand de esta galería, el repertorio de obras de este artista, crea un ambiente de lujo. La presencia distinguida de cada exponente conlleva a una sensación de seducción provocada por la elegancia y lo actual de los temas, a partir de la apropiación de la realidad nacional en la Isla.
Compuesta por un conjunto de singulares fotos -la mayoría, colocadas dentro de cajas de luces- que irradian una especial conjunción entre lo fastuoso, deshecho, elegante y destruido de los componentes participantes, inmersos en cada combinación de los relevantes asuntos abordados, su propuesta alcanza una categoría de excelencia.
Las seductoras imágenes permiten apreciar cómo se contraponen escenas marcadas por la confrontación de lo bello y lo feo. En una obra, realizada con un formato circular, se aprecian los carros de los años 50, que circulan por las calles de La Habana, donde se aprecian tres figuras femeninas, resueltas con modelos de revistas. La combinación es muy contrastante y eficaz.
Especial atención demanda Do not cross, realizada en 2013. La pieza revela una imagen de la calle Inquisidor, resuelta con la foto de un joven, que porta unos espejuelos rojos, superpuestos al cuadro. En ambos cristales se contraponen imágenes cambiantes de La Habana, en el lente izquierdo; mientras que, en el derecho, aparecen vistas de Nueva York. Sencillamente, excelente conjunción de valores. Impresionante contraste en esta composición llena de movimiento y acción, conseguidos por el constante cambio de las fotos.
Realizado en 2017, sobresale en esta colección, la presencia austera de una caja de balas, que lejos de contener municiones, su contenido consiste en una fotografía en blanco y negro del malecón habanero, que en una hendidura central, soporta un pomo de perfume Egoiste, de Chanel, París, colocado sobre la imagen de una foto, en la cual se aprecia un barbero de pobre presencia, que tiene su sillón ubicado en un área situada en los alrededores del Capitolio, llevando a cabo su trabajo en un ambiente pobre, caracterizado por las carencias de la sociedad, resuelto con la ambientación de imágenes que decoran su estudio, donde se aprecia, entre otras, el rostro del Ché.
Los fuertes contrastes caracterizan los exponentes de esta muestra. El mensaje es revelador. Se trata de enaltecer la reciente visita de Dior a Cuba en ocasión del desfile de Chanel por el Paseo del Prado en La Habana. Resulta sugerente la presencia de las modelos en el recorrido de este hermoso lugar de nuestra capital, donde el sustrato patrimonial marca la diferencia con respecto a otras vistas utilizadas del entorno de la ciudad, en las cuales el potencial humano, que se deja ver, dista mucho de la presencia airosa y elegante de las féminas que exhiben su vestuario en la improvisada pasarela.
Significativa es la foto en la que aparece el Capitolio. Su presencia señorial impresiona y provoca. La cualidad de semejar “cuquitas” – aquellas figuras de papel con las que las niñas jugaban antaño – participan en estas realizaciones, caracterizadas por la presencia de las luces, que marcan varios puntos sobresalientes en la composición, lo que hace que las edificaciones del fondo se destaquen por la luminosidad de los faros incorporados a la escena.
Utiliza asimismo fotos de los autos de la década del 50. Resalta una impresionante imagen circular, en la cual sobresalen tres figuras femeninas, que revelan la esbeltez y la elegancia de las modelos de revistas. Este conjunto resulta un foco de atención en el despliegue de obras
Asimismo, puede apreciarse cómo se advierte la imagen de una vistosa figura femenina en la obra nombrada Mademoiselle, Chanel, París, en la cual una joven aparece en el centro de la composición, detrás de una forma de perfume Chanel de París. En el fondo de la escena, las edificaciones descubren la majestuosidad de las construcciones de viviendas de La Habana, atrapadas en la medianoche.
No podía faltar una obra como Chance II, 2017, en la que el artista hace alusión al dramático tema de los balseros, asunto que ha tenido tantas variantes a lo largo de su extensa existencia como argumento dramático recurrente entre estos dos países.
Las obras de este proyecto artístico, En Dior confiamos / In Dior we trust, sin lugar a dudas, constituye una excelente propuesta para apreciar el buen arte cubano actual. Desde el propio título puede advertirse la sutileza de los mensajes contenidos en cada propuesta, sin obviar, la maestría de la realización alcanzada en los exponentes, garantizada por este realizador plástico. Su agudeza se patentiza en el contenido del mensaje que expresa este conjunto dentro de su amplio y meritorio discurso estético.