En la tarde de ayer domingo 27 de noviembre quedó inaugurado el Faena Art Forum en Miami Beach. No parece casual, que la apertura de este centro multidisciplinar[1], vinculado al Faena Art Center de Buenos Aires –en tanto ambos son iniciativas del coleccionista Alan Faena y su esposa Ximena Caminos- coincidiera con las celebraciones que propicia Art Basel Miami 2016.
En este contexto de movilización de los actores del arte a nivel internacional, se recurría, para la ceremonia de inauguración, a performances de prestigiosos artistas como el español Antoni Miralda y el dúo cubano Los Carpinteros. Así, sin interrumpir la lógica del espectáculo que Basel genera, se cerraban las calles y desde las aceras, el público se aglomeraba: era el inicio de la Conga Irreversible de los Carpinteros.
La Conga irreversible fue estrenada en el marco de la Oncena Bienal de La Habana. A propósito de aquella ocasión Rubén del Valle, presidente del Consejo Nacional de Artes Plásticas de Cuba refería: “(…) en la comparsa de Los Carpinteros, cuando uno se detenía en los rostros y en la actuación de algunos visitantes extranjeros, en su mayoría norteamericanos, personas vinculadas al mercado del arte, galeristas, coleccionistas, directores de museos, curadores y artistas, veía una expresión de felicidad, de extrañamiento por momentos, a partir de constatar una realidad que no se corresponde con lo que reciben de los discursos sistemáticos de los medios y la manipulación de la realidad cubana…”[2]
Sorprende el énfasis desde aquel entonces en la percepción que de este performance pudieran tener coleccionistas, galeristas y demás gestores y, sobre todo, la preocupación por ese sector del público que es el norteamericano. Es curioso, precisamente, porque cuatro años después la Conga se repite, en un contexto ideal en la garantía de esas expresiones a las que se refiere Rubén, pero que adultera la significación a la que el mismo alude.
Por supuesto, desde Miami de 2016, en Basel, obviamente no se habla igual que desde La Habana, Bienal, 2012. A ello habría que agregar, que la acción tuvo sus variaciones. En primer lugar, los bailarines, los músicos, es decir los performers eran cubanos residentes en Miami. Y sin perder de vista la noción de espectáculo, personalidades como Yosvany Terry, compositor cubano nominado al Premio Grammy al mejor álbum de jazz latino y actual director de Harvard Jazz Band, Isaias Rojas, coreógrafo director de Ban Ra rra y Abraham García diseñador de vestuario de Tropicana ocupaban los roles centrales. En este cambio de agentes protagónicos, que se pronunciaban desde otro espacio radicaba la clave de esta conga.
La irreversibilidad se recodifica. El tema del restablecimiento de las relaciones entre Cuba-Estados Unidos aflora…Pero lo cierto es que Miami ha tenido por tiempo, un componente cubano tan fuerte que es imposible obviar. Emigración, política, cultura se entrelazan y de una forma sumamente disfrutable se van convirtiendo en una de esas atrevidas ideas a las que Ximena Caminos se refería cuando afirmaba “Esperamos que las ideas audaces presentadas en el Faena Art Forum atraigan y desafíen al público, fomentando el diálogo y la investigación intercultural”.[3]
[1] Edificio flexible que puede albergar danza, teatro, conferencias y una amplia gama de otros acontecimientos culturales. Ver: www.arteinformado.com
[2] Rubén del Valle. Bienal de La Habana. Acotaciones (Fragmentos de entrevistas a los organizadores del evento). En: Revista ArteCubano, 2-3, 2012, p.71.
[3] www.arteinformado.com